3. LA EDUCACIÓN "À TRAVERS LE MONDE"

La educación en el mundo... 

Antes de empezar a escribir, quiero lanzaros esta pregunta: ¿educación y felicidad pueden ir unidas? Leer esta entrada quizás os ayude a encontrar una respuesta. 

Sí, como indica el título, la educación está en todas partes. Pero no de la misma forma, puesto que no todas las naciones funcionan igual. Para conocernos a nosotros mismos es muy útil compararse con otros países. De esta manera, podremos saber con más certeza quiénes somos y quiénes queremos ser. Es decir, plantearnos qué tipo de educación queremos dar a las futuras generaciones. 

Para saber qué nos define como país, hablando en términos educativos, hay dos preguntas clave: ¿Son los resultados académicos donde debemos fijarnos? ¿O hay otros secretos en el éxito educativo? Efectivamente, no son sólo los exámenes y las pruebas internacionales las que determinan la calidad de cada sistema educativo en el mundo. 

En la segunda sesión de Procesos y Contextos Educativos hicimos un viaje de menos de dos horas alrededor del mundo para comparar las políticas educativas de Corea del Sur, Finlandia, Japón, Holanda, Canadá, Singapur, Reino Unido, Rusia y Estonia. Aunque lo digan los expertos y el informe PISA de 2003, yo también pondría el sistema educativo finlandés a la cabeza del resto de países. ¿Por qué? Muy sencillo, Finlandia aporta a las entidades educativas los recursos necesarios para alcanzar el éxito. Allí los estudiantes son felices, y las calificaciones también lo demuestran. Corea del Sur también ha obtenido resultados extraordinarios. La diferencia es que en este país se han registrado cifras de suicidio alarmantes, sobre todo entre los estudiantes de educación secundaria obligatoria y bachillerato. Así que, aunque sean de los mejores académicamente hablando, su país, una fábrica de "máquinas", deja mucho que desear. 

Haber sido educada y formada en España me ha facilitado contrastar su sistema educativo con el finlandés. Hace años, Finlandia también estaba anclada en la mediocridad y esto puso en marcha un programa de reformas educativas urgente. El gobierno quiso situarla en la cima. Chapeau, Messieurs Finlandais! ¿Y qué medidas tomaron? Pues, en primer lugar, reducir el tiempo de las tareas a no más de media hora. El tiempo libre tiene que ser tiempo libre. Las horas semanales, así como la jornada escolar son las más cortas de todo el mundo occidental. Y podría seguir haciendo una lista de los cambios que introdujeron estas autoridades preocupadas por el bienestar de los niños. Pero para eso está Google 😄. 

Voy a dedicar este párrafo entero a mi propia reflexión sobre las diferencias entre el sistema educativo español y el finlandés. Y esto que voy a decir no es ser optimista, sino realista. Finlandia ha triunfado porque, al contrario que en España, cada alumno puede encontrar la forma de ser feliz aprendiendo. No hay tanta exigencia, sino flexibilidad, libertad en el aprendizaje. Por lo que para mí, es más importante tener un cerebro sano y no saturado. Así que ya basta de hojas acumuladas de apuntes que por muchos conocimientos que aporten, van a ser "escupidos" en otra hoja más "peligrosa" llamada "examen". Y, entonces, ¿qué pasa con los alumnos finlandeses? ¿son unos vagos? ¿aprueban sin hacer nada? No. Estos alumnos también son evaluados, pero con los mejores criterios y, como ya he señalado, la felicidad forma parte de su éxito. 

Antes de despedirme, os dejo este dibujo del periódico El Mundo, que aparece en un artículo titulado: "SOS por la educación en España" y con el que seguro que muchos de vosotros os sentís identificados... 

Nos vemos...